La concentración en pilates
Uno de los elementos de más valor que nos ofrece una sesión es la habilidad de despejar la mente a través de la concentración en pilates. Hay mucha gente que no saca el máximo provecho a esta ventaja. Entran en el gimnasio y traen consigo todas las cosas que tienen que hacer. Las que acaban de hacer y las enormes presiones del día a día. Siempre que llega un alumno al gimnasio y me doy cuenta del equipaje que acarrean, les digo que “lo dejen en la puerta”.
Joe Pilates nos animaba a traer la mente a nuestras sesiones de gimnasia. Todos sus principios subyacentes comprenden un punto de atención y requieren que nos encontremos totalmente presentes en nuestro trabajo.
Uno de los principios más importantes de Pilates es, por supuesto, la Concentración. Cuando utilizamos la mente para guiar el cuerpo, el trabajo nunca se ejecuta con el piloto automático. Se necesita una mente centrada para centrar el cuerpo. Joe Pilates hacía hincapié en utilizar cinco aspectos de nuestra mente: inteligencia, intuición, imaginación, voluntad y memoria.
Cuando dedicas la mente totalmente, la liberas.
Con ello en “mente”, déjenme compartir algunas cosas que hago tanto para mis clientes como para mí misma:
1. Déjalo en la puerta: Al entrar en el gimnasio, me digo a mí misma que he elegido estar aquí y que me he comprometido durante ese tiempo. No hay nada que pueda hacer respecto a todas las demás cosas, y éstas estarán allí cuando acabe. (Y si no están, bueno, entonces, ¡mucho mejor!)
2. Encuentra un punto de atención (inteligencia): Sé de qué carezco en mi sesión de gimnasia. Por ejemplo, si tu profesor te está siempre diciendo que aprietes el trasero, ese sería pues un lugar genial en donde centrar tu atención cuando estés trabajando.
3. Sé visceral (intuición): Si estás verdaderamente presente en tu sesión de gimnasia, sabrás qué ejercicio te va bien y cuáles no. Cada día tienes el cuerpo en un lugar distinto. Algunos días estamos llenos de energía, otros no. Honra el lugar en que te encuentras ese día y ajústate conforme a ello durante la sesión de gimnasia.
4. Encuentra una forma de dejar escapar las presiones exteriores (imaginación). Tengo una compañera profesora que deja una cesta vacía junto a la entrada del gimnasio y hace que sus clientes depositen mentalmente allí su equipaje.
5. No dejes de regresar constantemente al punto de atención (voluntad). Durante tu trabajo, puede que se desvíe tu punto de atención, así que no dejes de regresar a donde estás y desafíate a construir tu punto de atención con cada lección.
6. Oblígate a aprender el orden de tu sesión (memoria): Aprender el orden de tu sesión de gimnasia tiene muchos beneficios. Uno de ellos es que te ayuda a mantener la mente despierta utilizando y desarrollando la memoria. Un profesor de la primera generación me dijo que Joe le diría que hiciera Reformer, luego todo lo que supiera en el Cadillac, luego en la Silla Wunda, etc.
Recuerda !!!
Cuando traes la mente a tu sesión de gimnasia, te liberas de la presión del día a día. Esto te permite un descanso, respirar, reagrupar y poder acercarte a la vida con una posición estratégica fresca, limpia y clara.
Ayuda a enseñarte a estar presente, en el ahora.
Tu sesión es tu meditación en movimiento.
De modo que la próxima vez que entres en el gimnasio, recuerda que éste es TU tiempo. Una breve pero valiosa hora para perder el estrés del día, así que “déjalo en la puerta”.
Déjalo en la puerta… o… La concentración libera la mente por Kathryn Ross-Nash
La verdad es que todavía no he encontrado un medio mejor para dejar la mente en blanco y descansar, que haciendo deporte, y pilates es realmente bueno para ello porque o estás concentrado o te pierdes y no le sacas partido a la clase.
Completamente de acuerdo contigo David, habrá que llenarse de voluntad para estar lo más concentrado posible.
tienes toda la razón del mundo, cuesta pero el día que lo consigo salgo muy contenta de la clase, Tú lo has dicho es MI tiempo. Después voy corriendo pero esa horica es mía y no me la quita nadie.
La verdad es que al principio pilates me parecía soso pero decidí seguir asistiendo y la verdad es que no me arrepiento, el otro día salí muy contenta de la clase pues había disfrutado.
mil besos david.