V forum pilates valencia 2014

pilates valencia 2014

V forum pilates valencia 2014

V Forum pilates Valencia 2014, el pasado fin de semana se llevó a cabo y así que como alumno y apasionado del Método marche para Valencia, eso sí, no fui sólo. Todo fue preparado de antemano con mi grupo de amig@s pilateros,  como yo «OREJAS AL MAT». Aquí os dejo un vídeo para que veáis como nos apasiona nuestra profesión.

El primer día tuve la gran oportunidad de aprender y disfrutar de la gran KATHY COREY. Una gran señora del pilates con una trayectoria profesional impresionante, con mas de 35 años practicando Pilates y conociendo a más de un Elder. Hicimos un circuito en el studio, pasando por Reformer, Wunda y Spine Corrector. Pero lo que más me gusto es verla en acción, como trabaja, que instrucciones da, como las da, y que soluciones da a los problemas de sus clientes del día a día.

Kathy Corey y Pilates David Belio
Kathy Corey y Pilates David Belio

El segundo día por la mañana tuve el gusto de hacer el seminario de Gabor Fuzy de como equilibrar el desequilibrio muscular con la Chair. Me encanto muchísimo su visión, como buen fisioterapeuta, a través del Método y como aplicarlo a los clientes.

Gabor Fuzy y David Belio
Gabor Fuzy y David Belio

Por la tarde, después de comer, Michael King, evolucionando el trabajo en el Reformer.

Michael King y Pilates David Belio
Michael King y Pilates David Belio

Vídeo inspirado en Michael King y una de sus variaciones, espero que os guste.

Por la noche Orejas al Mat, salió de cena acompañado de nuestro gran amigo Tony Balongo organizador de VALENCIA CLASSICAL PILATES 2014

OREJAS AL MAT Y TONY BALONGO
OREJAS AL MAT Y TONY BALONGO

El domingo todo el equipo de «Orejas al Mat» hicimos una clase de arco, con Gabor Fuzy

pilates valencia 2014
Gabor Fuzy y Orejas al Mat

y por último como no podía faltar una de nuestras fotos que más me gusta de todas las que hacemos. Espero que os guste.

OREJAS AL MAT
OREJAS AL MAT

Cómo dejé atrás las plantillas, por Daniel Garcia

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Como dejé atras las plantillas, por Daniel Garcia

Cómo dejé atrás las plantillas, hoy os dejo el testimonio de Daniel Garcia, alumno de la universidad. Sufría falta de movilidad, inestabilidad y debilidad en sus tobillos así como una pisada muy descoordinada.

Como la gran mayoría de jóvenes siempre practiqué deportes durante mi adolescencia. Algo que todavía hago cuando dispongo del tiempo necesario. En mi caso, el baloncesto atrajo mi atención desde muy pronto y a día de hoy ya han pasado 15 años desde que empecé a jugar.

Desde crío siempre tuve una constitución delgada, debido sin duda a mis ganas de estar siempre jugando a algo. Afortunadamente nunca tuve lesiones serias ni problemas musculares. Sin embargo, conforme crecía la practica de deporte se hacia mas regular, con mas entrenamientos semanales y partidos los fines de semana.  Todo normal.

Las lesiones.

Con 17 años tuve mi primera lesión, un esguince de tobillo. Cualquiera que ha practicado baloncesto (y otros deportes) sabe que es una de  las lesiones mas comunes. Algunas tienen mas gravedad y llevan mas tiempo de recuperación. Otros en cambio, se recuperan en un par de semanas. También hay personas mas propensas a tenerlos, ya sea por su pisada o constitución, y personas que difícilmente los tienen. Desde luego, yo no pertenezco a este grupo.

El primero no fue demasiado grave. Tras unos días de reposo y unos tratamientos de frio y calor en 10 días ya podía correr. Sin ejercicios especiales de rehabilitación, con una venda, ya estaba de vuelta en los entrenos. Un error.

Tras el primero vinieron mas. Unos eran meras recaídas que trataba con hielo tras el ejercicio y otros requerían de visitas al médico.

Ante tantas recaídas y con unas pequeñas molestias cada vez mas permanentes, me aconsejaron visitar un especialista que viera mi pisada. Su conclusión fue rápida, mis pies no apoyaban correctamente los arcos interiores de la planta. Por lo que esto provocaba en mi tobillo una tendencia hacia fuera que favorecía la aparición de mis lesiones. La solución fue el diseño de una plantillas con un acolchado interior que igualaba mi pisada y me daba mas estabilidad.

Las plantillas

me dieron mas comodidad en la vida diaria. Tanto como para andar como para estar de pie. Las usaba para todo ya fuera dar un paseo o practicar cualquier deporte. Sin embargo, aunque me sentía mucho mas cómodo con ellas, los esguinces no desaparecieron, seguía siendo muy propenso a tenerlos. Además conforme pasaban los años, el baloncesto perdía tiempo en mi vida ya fuera por estudios, amigos y otras obligaciones, la práctica de deporte se hacia mas casual lo que conllevaba menos preparación, poco o nulo calentamiento y nada de estiramientos posteriores. Esto definitivamente no ayudaba.

Algunos especialistas y fisioterapeutas llegaron a comentarme que tras haber sufrido tantos esguinces que no habían sido recuperados adecuadamente y ante la ausencia de ejercicios de rehabilitación específicos podrían provocarme un efecto crónico en mis tobillos.

La primera pregunta que me hizo David Belio cuando le comente mi problema fue: “¿Haces ejercicios de rehabilitación en casa a diario?”. La respuesta casi me la dio él mismo al verme andar. Uno de los problemas mas comunes, me dijo, es que las personas no son demasiado constantes a la hora de rehabilitar una parte dañada.

En ese momento, me propuso su ayuda y empezamos a trabajar en ello.

El entrenamiento.

Apenas llevábamos un mes practicando Pilates con David, cuando surgió esta conversación y yo ya intuía que el método podría ayudarme en un problema mas concreto como el mío.

La primera parte de nuestro trabajo se centró en una mejora de la movilidad de mis tobillos. Mejorar la pisada a la hora de andar para buscar una mayor firmeza y estabilidad en mi posición.

Al estar descalzo durante estas sesiones, David no podía saber que yo usaba plantillas, sin embargo no tardó en detectar mi problema en la pisada al verme caminar. Sin embargo, su enfoque fue distinto. Al ver que mi apoyo no era firme y centrado, empezamos a trabajar en la activación muscular de otras zonas para conseguir modificar el apoyo y que mis arcos interiores del pie estuvieran mejor colocados. Empecé a no llevar las plantillas en días salteados. Intentaba ser más consciente de mi manera de caminar cuando lo hacía. A los dos meses y medio deje de usar las plantillas,  mi postura había cambiado y mi apoyo también, no había perdido comodidad y notaba mas firmeza al andar.

Una vez conseguido el punto de un mejor apoyo. La segunda fase de nuestras sesiones se centraron en la potenciación, especialmente en el salto. Concretamente,  en darle al cuerpo una serie de movimientos, en los que todos los músculos desde el pie hasta la coronilla están bien conectados en busca de mayor estabilidad y potencia con el fin de que sea el propio cuerpo quien “memorice” la manera en la que saltar.

Desde mi experiencia personal.

Estoy muy satisfecho con los resultados que he obtenido hasta ahora, a veces, con lesiones comunes como estas (y con otras mas graves)  muchas personas ,al igual que hice yo, se resignan a tener diariamente pequeñas molestias o pequeños gestos o movimientos que ya no hacemos como antes, que si bien no impiden tener un vida normal, no deben privarnos del derecho de sentirnos mejor físicamente. Solo necesitamos de un poco de constancia, trabajo y un método adecuado. En mi caso Pilates, para corregir o al menos minimizar estas molestias. Después de 5 meses de trabajo con David ya no necesito usar plantillas. Tampoco calzado con mayor espesor de suela y noto menos cansancio al pasar horas de pie y andando. Estas pequeñas mejoras, especialmente tras mucho tiempo teniendo dolencias, suponen una gran recompensa que sin duda debe ser valorada. Por lo que ahora queda seguir trabajando para poder seguir mejorando.

Os recomiendo a todos un gran libro de una de mis mentoras. Kathi Ross-Nash, en cual me inspiré tras un seminario con ella. ¡¡¡ NO OS LO PERDAIS !!!

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pilates en casa      aparato pilates en casa

Como recupere mi suelo pelvico

como recupere mi suelo pelvico

Como recupere mi suelo pelvico

Como recupere mi suelo pelvico, cuando el suelo pélvico apareció en mi vida, no hacía ni diez horas que había experimentado la mayor y más grande alegría en mi vida: el nacimiento de mi hija. Ella llegó…y mi suelo pélvico se desvaneció.  Cuando digo que se desvaneció, me refiero a que el tono muscular de esa zona desapareció. Debido al esfuerzo del parto y con todas las consecuencias que eso conlleva.

Ya había oído hablar del suelo pélvico. En el centro de Salud durante la preparación al parto por parte de la matrona. No profundizamos mucho en la musculatura. Sólo en los famosos ejercicios de Kegel cómo prevención a posibles problemas y debilitamiento de esa zona durante el parto.  Recomendación: hacerlos todos los días, unos minutos al día. Resultado: Insuficiente.

Aproximadamente un 30% de mujeres sufren de un debilitamiento del suelo pélvico tras el parto. Nadie habla de ello en el famoso libro “protocolo” que nos regala la Seguridad Social sobre el preparto, parto y postparto, no hablan sobre ese 30 % de mujeres olvidadas que sufren las secuelas tanto físicas como sociales y psicológicas derivadas de un debilitamiento de la zona pélvica. No se habla de cómo prevenirlo, ni de cómo hacerle frente y de cuándo iniciar el proceso de recuperación. Asi que como recupere mi suelo pelvico.

Tras el parto, y una vez manifestado el problema una y mil veces  tanto a la matrona, como al ginecólogo, la solución que me plantearon fue, tiempo y pastillas para la incontinencia. Me negué a formar parte de ese 30% de mujeres resignadas. Así que tras la cuarentena acudí de nuevo a revisión, con el mismo problema, sin mejoría alguna. Muy disciplinadamente haciendo lo que me habían dicho y con las mismas pastillas. En ningún momento se me derivó a un fisioterapeuta, en ningún momento se me recomendó ningún tipo de ejercicio rehabilitador. A mis 34 años me fui de la consulta con el mismo problema  y la única solución que dejar pasar el tiempo, según ellos, debía darme el plazo de un año.

Ante semejante respuesta, le pregunté si estaba en condiciones de empezar a practicar ejercicio como Pilates. Su respuesta fue que adelante, no más que sorprendido al plantearle yo mis propias soluciones. ¡Pues adelante!

Tengo la gran suerte de trabajar en un gimnasio, Muscle Center. Grandes profesionales que no sólo entrenan a las personas, sino que velan por su bienestar y su mejora. Gracias a ello y la recomendación y ánimo de todos mis compañeros me puse en manos de David Belio, para mí, uno de los mejores profesionales en Pilates con los que cuenta Zaragoza.

Por supuesto, antes de comenzar las sesiones de Pilates, debía tener en cuenta que el útero hubiera vuelto a su tamaño normal, la musculatura abdominal no estuviera abierta (zona alba), y que el comienzo a la actividad física debía ser individual y personalizada dada mi problemática en el suelo pélvico.

Lo primero que me dijo David, fue que, el Método Pilates ayudaría a recuperar su tonicidad antes de lo normal.

Así que primer objetivo que me planteó, no fue físico, sino de autoconsciencia, ser consciente de dónde se encuentran tus músculos abdominales (ya que esta sensación se pierde durante el embarazo), sentir el suelo pélvico cómo un músculo independiente.

El 2ª objetivo sería, trabajar el tono y fuerza de la zona pélvica, esto nos llevaría a un 3ª objetivo, el trabajo global del todo el cuerpo y finalmente el poder acceder en condiciones a clases en grupo de Pilates, para seguir tonificando y ejercitando la musculatura en general.

Las primeras sesiones fueron durísimas. A través de diferentes ejercicios apoyados en la MVe Chair, una silla especial de Pilates. Pude ir sintiendo cada vez más dónde estaba la zona pélvica. Cómo contraerla y cómo trabajarla. Durísimas porque no era realmente consciente de la fuerza en abdomen, piernas y brazos. La había perdido, y muchos de los ejercicios no podía finalizarlos sin la ayuda del entrenador.

Puedo decir que a las dos semanas, mejoró mi control sobre la vejiga. Al mes y medio la sensación de descuelgue constante de mi vejiga rozando con la musculatura pélvica dejé de sentirla. Cada vez me costaba menos finalizar el ejercicio sin ayuda. Focalizando toda la fuerza en el suelo pélvico, puesto que si no lo hacía, el ejercicio no se podía completar.

De forma casi natural, iba notando que mis brazos, piernas y abdominales iban recuperando fuerza. Mi espalda recuperaba la posición perdida durante el embarazo, y aunque suene extraño, recupere mi suelo pelvico, el equilibrio.

En el plazo de 4 meses, y no de un año, tenía pleno control sobre mi vejiga. Incluso, podía correr sin consecuencias inesperadas, por supuesto, de forma moderada.

La experiencia me ha demostrado que muchas veces la ignorancia e indiferencia de ciertos profesionales no nos deben condicionar en el inicio de nuestra recuperación. Como mujeres, podemos disfrutar de uno de los mejores momentos de nuestras vidas, ser madres. Hemos de ser conscientes de que es un esfuerzo físico enorme, y como tal, requiere de una buena preparación.

Son 9 meses de cambio hormonal, cambia nuestro punto de gravedad, nuestra espalda se debilita, el  tono muscular del suelo pélvico se aminora debido a la presión, y como colofón, si tenemos la mala suerte de un parto complejo, como es mi caso, las consecuencias posteriores son todavía mayores.

Quizá hace 50 años, las mujeres vivían resignadas a sufrir de por vida el debilitamiento del suelo pélvico tras los partos, pero ahora, es inaceptable. Una zona pélvica dañada, nos impide llevar una vida normal. Nos impide disfrutar del deporte, del sexo y de las relaciones sociales. Lo triste es nos sigan recetando tiempo y no  nos deriven a un fisioterapeuta especializado, como hacen en muchos países europeos, dónde hay unidades especializadas en suelo pélvico.

Mi recomendación, basada en mi propia experiencia, es que debemos hacer un buen entrenamiento, personalizado a ser posible, que nos prepare para el “día del parto”, y posteriormente, no dejar pasar el tiempo, iniciar cuanto antes una buena recuperación, con un buen entrenamiento en  Pilates, que se dedique exclusivamente a ayudarnos a recuperarnos como mujeres, a volver poco a poco a recuperar nuestras vidas.

He de decir para terminar, que a día de hoy,  7 meses después del parto, el Pilates me ha ayudado a recuperarme un 90%, mi obligación ahora, es seguir respetando mi cuerpo practicando esta disciplina.

como recupere mi suelo pelvico
BEATRIZ SANZ

Pilates y el suelo pélvico, por Raquel Zueco, fisioterapeuta.

suelo pélvico

Pilates y el suelo pélvico, por Raquel Zueco, fisioterapeuta.

Muchas veces habremos podido oír hablar del suelo pélvico y sobre todo en temas relacionados con la mujer y el embarazo.

Pero, ¿que es el suelo pélvico? El suelo pélvico engloba toda la musculatura, ligamentos, fascias. Se encuentran en la base de la pelvis sujetando todas nuestras vísceras. Nuestro tronco esta delimitado por la parte superior por el diafragma torácico. Por la inferior por el diafragma pélvico , que es el famoso suelo pélvico.

 suelo pélvico

Por todas las relaciones que tiene con los órganos con los que está en contacto, sus funciones son:

– Estabilización de la pelvis.

– Mantenimiento de la continencia urinaria.

– Mantenimiento de la continencia fecal.

– Sostén de las vísceras pélvicas.

– Función sexual.

– Función en el momento del parto.

Soy Raquel Zueco,  practicante del método Pilates y fisioterapeuta formada en suelo pélvico y sus disfunciones y creo importante poder comentar la importancia del trabajo sobre todo en la mujer de esta zona.

El suelo pélvico hoy en día está cobrando mayor importancia. Desde que la mujer está incorporada al mundo del deporte, ciertas profesiones, alteraciones morfológicas, sobrepeso y aspectos que requieren un esfuerzo, entre otras dar a luz. Esto provoca debilidad de la musculatura del suelo pélvico y con ello perdidas de orina. Si una mujer tiene perdidas de orina, al ser un tema tan intimo, provoca una serie de reacciones destinadas a ocultar este problema en lugar de poner solución.

Hay una disminución de la actividad física, de las relaciones personales, repercusión negativa sobre la vida sexual, estrés psico-emocional, disminución del bienestar general. Todo ello con el fin de evitar las situaciones en las que van a tener pérdidas y el resto de gente pueda enterarse.

Por todo ello es importante una prevención. Trabajar esta musculatura para que antes de que lleguen a darse estas situaciones, el cuerpo esté preparado para afrontarlas.

Si desde la educación podemos transmitir la importancia del trabajo corporal. Con profesionales del deporte y de la uroginecología estaremos consiguiendo prevenir estas patologías.

Seguro que son muchas las madres que tras dar a luz tienen perdidas de orina. Esto es porque tras el parto, el suelo pélvico se ha distendido ya que  ha tenido que dar paso al bebé, dilatando su apertura. Tras el parto, las estructuras de la mujer tienen que volver a su sitio. Ya que han sido desplazadas durante nueve meses por el feto. También estos músculos elongados en el mejor de los casos y rasgados por episiotomía  en caso de complicaciones, tienen que ser recuperados.

Por eso es importante antes del embarazo  preparar al cuerpo para la situación que va a vivir buscando una persona que nos valore el suelo pélvico y vea que tipo de preparación nos vendrá mejor, así como tras el parto poder determinar cuando el cuerpo está preparado para la práctica habitual de ejercicio. A partir de ahí sería conveniente coordinarse con un profesional del deporte que le ayude en la recuperación física.

Llevo años practicando el método pilates con David Belío y son muchos los beneficios que yo le encuentro. Desde mi experiencia personal, he notado una mejor consciencia de todo mi cuerpo. La postura que mantengo y desde luego de mi suelo pélvico sabiendo en cada momento cuando hago una contracción. También soy consciente cuando mi cuerpo se fatiga y desconecta. Y esto es importante reconocerlo. Porque el trabajo eficaz es aquel en el que hay una conexión, una elongación y una coordinación respiratoria adecuada. Al haber una intima relación entre diafragma respiratorio y diafragma pélvico. Practicar pilates se ayuda con la respiración y los ejercicios a reforzar el suelo pélvico.

Si hay patología es necesario, como en todo un trabajo individualizado. Sobre todo respetar los tiempos de recuperación de cada persona.

Quizás pilates no cure, porque el proceso de autocuración es de cada cuerpo y del trabajo especifico para cada patología pero ayuda a tonificar ese suelo pélvico y fortalecerlo para recuperar afectaciones como las incontinencias urinarias y recuperación tras el parto respetando  el tiempo necesario para comenzar a trabajar.

Suelo pélvico

No os perdáis la semana que viene  el testimonio de Beatriz Sanz, compañera de trabajo y profesora de Spinig en Muscle Center Zaragoza.

¡¡¡¡¡¡ Os encantará !!!!!

Pilates clásico frente a otros sistemas de pilates

pilates clásico

Pilates clásico frente a otros sistemas de pilates

En el pilates clásico se enseña el auténtico Pilates, o con pequeños cambios que reflejan los avances en la comprensión científica del cuerpo humano mientras que en otros enseñan Pilates como método que refleja la filosofía que la escuela o el profesor extrae de Pilates.

El Clásico utiliza un orden de ejercicios secuencial y sistemático. La consistencia es la clave. Mientras en otros pueden cambiar el orden de los ejercicios de una sesión a otra, de un profesor a otro o de una escuela a otra.

En el Clásico los ejercicios se unen por transiciones que fluyen sin fisuras. La transición se considera parte del ejercicio. Mientras en otras técnicas los ejercicios se enseñan por separado y apenas existen transiciones.

El Clásico se centra en la fluidez, por eso desarrolla la resistencia. Utiliza los principios de Pilates de concentración y precisión. Mientras que en otros no se centran en la fluidez, así que pierden los beneficios de este gran método y los principios no se aplican de forma efectiva, con lo cual, no se mejora la resistencia.

En el clásico se enseña como sistema de movimiento enlazado con un objetivo de forma inteligente. Mientras en otros se enseñan ejercicios independientes y sin relacionar. Muchas veces los ejercicios se centran en partes concretas del cuerpo para fortalecerlas.

Se enseña cada ejercicio con un ritmo único y dinámico. Mientras otros sistemas suelen fragmentar los ejercicios y se hacen despacio. Así pierden el objetivo final.

El sistema Clásico puede enseñarse a todo el mundo, desde personas discapacitadas hasta atletas privilegiados. Mientras otros tal vez no sean lo bastante exigentes para niveles avanzados.

En el sistema Clásico las sesiones tienen una introducción, un desarrollo y un desenlace progresivos. El ejercicio empieza en posición supina y termina en vertical, con ejercicios más largos de pie al final de la sesión. Mientras que en otros se deja al libre albedrío del profesor la sesión.
En el Clásico el alumno se centra en el movimiento, aprende la serie y las transiciones. Se requiere una mente tranquila y concentrada. Mientras que en otros se pone música, paran entre ejercicios, apagan las luces así que los alumnos pierden concentración.

En el Clásico se enseña que la columna neutra es el resultado de la aplicación adecuada de los ejercicios en una sesión, no el objetivo. La columna neutra se refiere a las curvas naturales de la espina dorsal, vertical contra la gravedad. Estas curvas disminuyen de forma natural al tumbarse. No es necesario recrearlas salvo por motivos muy terapéuticos. Mientras otros sistemas enseñan que la columna neutra es el objetivo de los ejercicios de una sesión, con lo cual inhiben los movimientos naturales y crean tensión involuntaria en el cuerpo.

En el sistema Clásico se enseña la alineación pélvica óptima o “pelvis neutra”, que es la posición desde la que se trabaja y a la que se recurre cuando es necesario. Entiende que las estructuras óseas varían de una persona a otra, y, por tanto, no existe la “postura” ideal. Mientras otros enseñan que la pelvis neutra es una posición óptima y adaptan los ejercicios a esta posición.

pilates clásico